En los últimos meses se ha escuchado mucho el término de la democratización de los mercados y hasta cierto punto, parece atractivo o positivo. Sin embargo, la realidad es que el mercado siempre va evolucionando tanto en participantes como en productos de inversiones.
No te dejes llevar por el furor de lo que ha sucedido en los últimos tiempos, en los que, de un día para el otro, el rumbo de una acción cambia a través de la decisiones que provienen de foros sociales, organizados por “jóvenes inversionistas”, quienes se fijaron en un par de empresas donde encontraron la oportunidad para poder incrementar de forma inmediata el precio de la acción.
Además, buscan empresas con las mismas características: con cierto precio en sus acciones y una situación financiera complicada para poder especular; esto es simplemente furor, movimiento de masas de una forma no racional. Por lo general se puede ganar mucho en el corto plazo con estas inversiones, pero con un alto riesgo.
Esta nota no es hablar precisamente de lo que ha sucedido, sino para mostrarte el contexto actual en el que existe una ámplia oferta para que puedas comenzar a invertir, sin caer en el tipo de inversiones que ya te hemos mencionado.
Tiempos diferentes para las inversiones
En cuanto a la evolución que ha sufrido el mundo de las inversiones, entendamos o partamos de aquellas inversiones tradicionales como son pagarés, seguros dotales, cetes y (en el mejor de los casos) fondos de inversión. Cada uno de estos instrumentos han sufrido muchos cambios que en la actualidad, podemos ver como es en el caso de la combinación de fondos de inversión con seguros, entre otros.
Tradicionalmente los fondos de inversión se dividían en: fondos de deuda, renta variable y el típico fondo de cobertura de tipo de cambio. Hoy en día, bajo esta estructura se fueron creando los fondos internacionales, de forma que, se abrió la ventana para que se pudieran crear los fondos especializados de un sector o industria específica: empresas de salud, robótica. Incluso se volvió más flexible la combinación entre fondos de deuda y renta variable, teniendo la posibilidad de tener una cartera de inversiones en la que puedes tener pequeños porcentajes en instrumentos que son especializados y que requiere en algunos casos un monto inicial para poderlos tener de forma individual dentro de tu portafolio de inversiones.
Más alcances a través de las Fintech
Hoy en día puedes tener un contrato de “inversiones digital” con la ayuda de una Fintech, sin embargo, es importante que tengas cuidado, ya que, también surgen fraudes o podrías estar invirtiendo en plataformas que están domiciliadas en paraísos fiscales e incluso con instrumentos de inversión altamente volátiles. Por lo que debes invertir en una fintech que esté regulada.
Este tipo de inversiones son atractivas para los nuevos inversionistas por la facilidad para poder contratarlos (en relación al monto de inversión inicial) lo cual es una alternativa para tener acceso a instrumentos que necesitan montos altos y para obtener financiamientos en forma de apalancamientos con márgenes altos de interés. Lo peligroso es que muchos nuevos “gurús de las inversiones” suelen recomendar el apalancamiento y por lo general, créditos personales e inversiones volátiles, pueden no ser la mejor combinación; algo con lo que se atrevían a lidiar algunas casas de bolsa hace ya algunos años.
La parte buena de la democratización de las inversiones
La digitalización ha facilitado la democratización de las inversiones, y es que a través de la tecnología, los servicios como los famosos robots, el servicio de inversión automatizado (digitalización de procesos complejos y la gestión de la inversión en algoritmos, reservados hasta ahora para expertos) han hecho posible que los usuarios con poco conocimiento tengan acceso a estas inversiones; que anteriormente solo estaban al alcance de aquellas personas con suficiente capital o eran exclusivas de los grandes bancos de inversión.
Así que el hecho de que se se haga más amplio el acceso de diferentes plataformas o productos de inversión no es algo malo, lo que sí puede ser peligroso para tu patrimonio es que no tomes decisiones informadas y te dejes llevar por la corrientes y acabes invirtiendo en acciones de mucho riesgo y te encuentres vulnerable por no tener una estrategia adecuada.
No olvides que este tipo de herramientas digitales no incluye a un asesor detrás de ti que te ayude y te brinde alternativas para tu perfil, por lo que será totalmente tu tarea de autodidacta el poder aprender por tu cuenta cuáles o qué tipo de instrumentos de inversión serán acorde a tus necesidades. Así que antes de tomar una decisión, plantea tus objetivos e investiga más sobre las plataformas o productos de inversión que sean adecuados para ti.
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